Libre comercialización de gasolina y diésel: cuando la gasolina más cara es la que no hay

Libre comercialización de gasolina y diésel: cuando la gasolina más cara es la que no hay

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Hoy en día el mercado boliviano de diésel y gasolina, es decir los consumidores, están demostrando que la eliminación del subsidio no solo es posible, si no que es una realidad. Muchos consumidores en el país, sobre todo de los grandes sectores económicos, están pagando precios internacionales por ambos productos porque entienden que es mejor pagar un precio alto a detener la producción. YPFB no podía dejar de subirse a este coche y reactivó la venta de gasolinas a precios internacionales. ¿Qué está pasando aquí?

Si bien no todos los consumidores están dispuestos a pagar precios de la gasolina y diésel sin subsidio, sobre todo el sector del transporte; existe un grupo (pequeño quizás) que sí lo hace y sin problema, porque entienden que es mejor “tener a no tener”.

Si esto es cierto, entonces urge eliminar el párrafo VI del artículo 17 de la Ley de Hidrocarburos, que menciona lo siguiente:

La importación de hidrocarburos será realizada por Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB), por sí o por contratos celebrados con personas individuales o colectivas, públicas o privadas, o asociado con ellas, sujeto a reglamentación.

¿Cuáles son los elementos que me llevan a proponer esto? Aquí van algunos:

1. Como ya lo mencioné, existen muchos consumidores que pueden pagar un precio sin subsidio.

2. Es necesario eliminar la burocracia para la importación y dejar que el mercado decida si quiere o no trabajar con YPFB. En simple cristiano, hay privados que quieren importar su propio diésel o gasolina sin pedir permiso a YPFB.

3. Hasta el momento no se conoce el destino de la utilidad adicional que recibe YPFB por la venta de estos productos sin subsidio ¿se incrementó el precio de compra de petróleo de los operadores?

4. Existe la hipótesis de que los privados podrían ser más eficientes en la importación, por ello, podrían ofrecer un precio aún más bajo que el de YPFB.

5. Si asumimos cierta la hipótesis de que actualmente existe un mercado negro en la venta de diésel y gasolina, entonces, al liberar dicha importación, el negocio se “vuelve legal” y por tanto, deberíamos esperar menores precios a los del hipotético mercado negro.

6. Permitir la participación privada en la importación de diésel y gasolina, sin la necesidad de tocar las puertas de YPFB, podría disminuir las presiones actuales sobre el subsidio a estos productos.

La actual Ley de Hidrocarburos está por cumplir 20 años, es hora de que, al igual de nuestra selección de fútbol, sea renovada con cuadros y textos más jóvenes.

S. Mauricio Medinaceli Monrroy

Octubre 11 de 2024

1 Comment
  • Francesco Zaratti
    Posted at 11:12h, 11 octubre Responder

    A lo que estamos asistiendo es al fracaso de la nacionalización. Y ese fracaso debe reflejarse en un cambio radical de la política energética, incluyendo a la Ley 3058 de Hidrocarburos.

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